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Gomorra (Roberto Saviano)

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Gomorra (Roberto Saviano)

Quién no ha oido hablar de «Gomorra», esa obra que conmocionó a medio mundo después de poner sobre la mesa todo el entresijo empresarial, la metodología de trabajo, las reglas inviolables, y las relaciones con las Administraciones Públicas de la Mafia. Si, amigos, la Mafia con mayúsculas, la real, la auténtica y verdadera Mafia Napolitana (Camorra, para los amigos). Sin querer hacer paralelismos con grandes de la Literatura como Mario Puzo con su «Padrino» (novelón, pero en otro registro), en «Gomorra» se habla de la mafia a pié de calle, sin sensacionalismos superfluos, o al menos no encontraremos el amarillismo más comercial que suele acompañar a este tipo de obras, sino aquel más inevitable: el resultante de la labor cotidiana de estos grupos organizados.

Como digo, hay crimen, sí. Asesinatos y clanes familiares. Pero hay mucho más. No vayamos a quedarnos en aquello de que la mafia vive del trapicheo de drogas, prostitución y otros negocios «marginales». Qué va. Estos son otros tiempos, donde además de los clásicos, viven de otros negocios igual de rentables, pero más legales: desde el reciclaje de residuos hasta la especulación urbanística (de qué me sonará esto a mí…). Detalles curiosísimos, entramados comerciales y empresariales con datos reales, nombres auténticos, hechos probados, juzgados,  personas imputadas, otras impunes y en la calle. Crudísimas historias, muchas de ellas con caras de personas más anónimas; recuerdo especialmente la del sastre de grandes firmas en el capítulo llamado Angelina Jolie. Sin desperdicio. Y no es el mejor, sino uno de tantos relatos fascinantes. También me resultó especialmente cautivador el funcionamiento del clan cuando uno de sus capos termina preso. No vayáis a pensar que el juego termina en la trena, ingénuas almas de cántaro.

En fin, a nivel de datos e información el libro es completísimo, que no denso. Sé de personas a las que les ha costado terminarlo, pero tengo que afirmar que en mi humilde opinión «Gomorra» me parece una serie relatos trepidantes y reveladores en los que no para uno de aprender y sorprenderse. De hecho, ha sido traducido a numerosos idiomas y ha logrado grandísimos logros en ventas en diversos países. Lo que no le ha servido a su autor, Roberto Saviano, más que para llenarse los bolsillos pero sin evitar con ello seguir amenazado de muerte. La Camorra, de hecho, llegó incluso a hacer pública una fecha tope para su asesinato. Aunque final y afortunadamente, hasta ahora el crimen no se ha llevado a cabo. Porque Saviano se cuida muy bien de que eso no ocurra, desde luego. Y me pregunto, ¿compensará el éxito este tipo de cosas? Debemos agradecer a estas presonas querer hacernos partícipes de estas realidades, a pesar de que se jueguen con ello sus propias vidas (recordad a Salman Rushdie y tantos otros). ¿Seríais capaces de semejante sacrificio?

Sonriendo y sin su careto de «me quieren matar» no parece el mismo…

El porqué Saviano con0ce tantos detalles es porque es nativo napolitano, ha vivido desde su más tierna infancia (y a veces casi en primera persona) algunas de las historias que narra en su obra. Además, es miembro del Grupo de Estudios sobre la Camorra y la ilegalidad y ha colaborado como periodista en varios periódicos italianos, hasta la publicación de esta obra, y las amenzas recibidas en consecuencia. Lo último que escuché sobre él es que quería desvincularse un poco del mundo de la investigación periodísitica y de la mafia ¡¡escribiendo monólogos!!

Como muchos sabréis, «Gomorra» tiene su versión cinematográfica de 2.008, ganadora de varios premios internacionales. Aunque para mí, el libro le supera con muchas creces.

La Piel (Curzio Malaparte)

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La Piel (Curzio Malaparte)

Quizá debiéramos empezar comentando quién fue Curzio Malaparte en primer lugar. Ya hemos hablado en otras ocasiones de otros autores controvertidos; de hecho es bastante común encontrar escritores para quienes la extravagancia suele ser un rasgo destacado en sus personalidades. Éste es uno de esos casos. Pero debemos enmarcar además, en el caso del escritor que nos ocupa, el entorno histórico y principalmente político donde se movió Malaparte.

Para empezar, Curzio Malaparte no era sino un sobrenombre para Kurt Suckert (1989-1957), un italiano hijo de padre alemán, con inquietudes intelectuales y políticas que le llevaron a formar parte del Partido Fascista y fundar, dentro de él, numerosas publicaciones periódicas de diversa índole. Fué combatiente en la Primera Guerra Mundial, donde llegó a ser merecedor de varias condecoraciones. Con posterioridad, sus duras críticas a Hitler y Mussolini provocó que fuera expulsado del Partido y encarcelado en diversas ocasiones. Tras la Segunda Guerra Mundial, sus inclinaciones políticas dieron un giro de 180 grados, llegando a afiliarse al Partido Comunista Italiano.

También desarrolló la tarea de corresponsal de guerra, lo que le valió de mucho a la hora de elaborar sus más famosas novelas Kaputt (1944) (la más destacada) y La Piel (1949), de la que hablamos hoy.

Concretamente en esta última hace un dibujo de lo que fue la toma de Nápoles por las tropas liberadoras de EE.UU. tras los últimos coletazos de la Segunda Guerra Mundial. La imagen de la ciudad que nos describe Malaparte en La Piel es completamente desgarradora: hambre, miseria, peste, y desprecio, todo ello bajo la tensión constante de una posible erupción del Vesubio. No sin cierto morbo, nos cuenta cómo los soldados estadounidenses desprecian a los italianos por haber sido colaboradores de un régimen fascista. Y además, vencidos. Por otra parte, el sometimiento del pueblo italiano a sus «héroes libertadores» es algo que Malaparte trata igualmente en su novela, y apreciamos que se trata de un sentimiento bastante oscuro y contradictorio. La desconfianza mutua es palpable.

La Piel, de C. Malaparte. Comunidad Lectora.

El autor tomó el apellido de Malaparte para su seudónimo, inspirado en el apellido Bonaparte, del archiconocido Napoleón.

Por lo demás, la historia es efectivamente, estremecedora. Si bien ello no hace de esta novela, en mi humildísima opinión, un libro de apasionante lectura en ciertos párrafos, porque a menudo el ritmo resulta lento y un tanto repetitivo. Ciertamente se trata de un estilo desgarrador, duro, que nos hará pensar en las negruras de la naturaleza humana en cada capítulo; pero cabe mencionar que es posible que esto llegue a resultar algo «denso».

La Piel, de C. Malaparte. Comunidad Lectora.

"Two dollars the boys, three dollars the girls!" Ha sido una de las frases más crudas y citadas de las que aparecen en la obra de Malaparte.