
Un buen día, Patrick Modiano leyó en un viejo periódico parisino el anuncio por palabras de unos padres que buscaban a su hija, una adolescente de 15 años, residente en un céntrico barrio de París muy conocido por él mismo. Llamó su atención y este simple gesto hizo que se obsesionara hasta tal punto con recuperar la ignorada (lógicamente ignorada, como se ignoran los millones de vidas de toda aquella persona anónima) vida de esta chica, que dedicó tenazmente varios años a investigar sus jóvenes y perecederos pasos, con el resultado de una novela que es un grito desesperado por reivindicar a todos aquellos que no han dejado apenas huella alguna en este mundo. Esto significa que Dora Bruder es la consecuencia de la documentación constante de Modiano, y por tanto, no se trata de una novela, sino de la recopilación continuada de sus propias labores de «reconstrucción». No hay ficción en Dora Bruder; y esto da escalofríos.
Pero no nos quedemos en el simple anuncio por palabras; la vida de Dora Bruder no es únicamente triste por desconocida, sino especialmente por su funesto final: fue deportada a Auschwitz en 1.942.
Los Bruder era una familia judía inmigrante, procedente de Centroeuropa, si bien Dora era francesa, nacida en París. No obstante su triste final, a Modiano le interesaron más los orígenes de Dora, los de sus padres, su condición humilde, su carácter rebelde y todas circunstancias que rodearon su breve vida. Es decir, QUIÉN y POR QUÉ. Traslado aquí la cita sacada de una entrevista realizada a Modiano por el periódico El País (puede leerse completa aquí), que explica un poco el sentimiento que rodea a Dora Bruder: «[…] con el libro ya publicado, me llegó algo más de documentación sobre Dora. Y me planteé la cuestión de si merecía la pena reescribir la novela o no. Decidí que no. No soy historiador. Soy novelista. No importa tanto el resultado de la búsqueda como la búsqueda en sí. Así que la novela se quedó como está».
Tengo que decir que no había leído una forma tan impresionante de reflejar el transcurso de unos hechos a través del tiempo desde «Crónica de una muerte anunciada», de García Márquez.
El libro, (que ha sido de las mejores cosas que me han pasado este 2.017), se fundamenta en 3 ideas:
- el inclemente, cruel y riguroso paso del tiempo
- la vacuidad de las vidas de las personas anónimas
- la turbia época del colaboracionismo francés
Todas ellas tienen un halo de pesadumbre e injusticia, independientemente de cuál fuera el final de la pobre Dora. Dora Bruder es un agujero en la memoria. Modiano ha hecho con Dora lo que no ha podido hacer la Historia.

Patrick Modiano inauguró el Paseo de Dora Bruder en 2.015