
Bomarzo es un lugar real, un estrambótico jardín situado cerca de Viterbo, en Italia, donde se cuenta que el propietario, el duque Pier Francesco Orsini, encargó en el S.XVI un emplazamiento plagado de gigantescas esculturas fantásticas donde llorar la muerte de su esposa.

Venga, dispara esa foto, que tengo que escribir un libro.
Este sitio impactó a Mújica de tal forma, que decidió emprender la recreación de la vida del duque. Y el retrato de este personaje es la espina dorsal de «Bomarzo«.
Pier Francesco Orsini – familiarmente Vicino – es en «Bomarzo« el contrahecho hijo menor de una poderosa familia, (amigos: el Renacimiento no fueron sólo los Borgia, aconsejo un poco de documentación sobre los Orsini, dolce far niente!), para el cual no se espera gran cosa una vez descartado el hecho de que no va a morir tras su nacimiento (¡¿por qué me estoy acordando de los Lannister?!).
La configuración de su compleja personalidad, página a página, es magnífica y llena de matices. Se inicia como el pobre niño rico, lleno del resentimiento que le provoca el rechazo familiar. Ser un Orsini considerado improductivo e inútil.
Mújica va cincelando a Vicino a través de su trayectoria vital hasta convertirlo en un adulto alucinado, excéntrico, vengativo y atormentado. Incapaz de demostrar afecto, pero sí capaz de amar. A su manera. No sería el yerno ideal en ninguna casa, pobre Vicino.
Bomarzo es el duque. Su dueño y creador. Y define con su poliédrica personalidad el concepto de un lugar y un tiempo, el Renacimiento en Italia. La triste historia de Vicino Orsini aparece enmarcada de los tópicos más atrayentes de la época: traiciones, reinos, guerras, poder, alquimia. Y que son las cartas en el tablero de juego de los Médici, los Farnesio o los Sforza. Sin embargo no os dejéis engatusar, «Bomarzo« no es una novela histórica al uso, de fluida y facilona lectura. Es más bien densa, oscura, tenebrosa y amarga.
La novela fue inspiración para la creación de una ópera en 1.964.
«Siempre ansié delirantemente, hasta las lágrimas, que me amaran». ¿Fue realmente Pier Francesco Orsini como Mújica Láinez lo imaginó? I want it to know…