
Muchos de vosotros conoceréis, ya no como lectores, sino como espectadores, la serie de televisión Juego de Tronos. Ése no es más que el título de la primera novela de la serie de fantasía épica Canción de hielo y fuego de George R. R. Martin, en la que se basa dicha serie televisiva.
Los seguidores de los libros, declaro aquí públicamente que soy uno de ellos, sabréis que antes del verano llegó a España «Danza de Dragones», la quinta y (parece ser) antepenúltima obra que cerraría esta estupenda serie de aventuras medievales y de ciencia ficción que trae a medio mundo de cabeza. Lo cierto es que verdaderamente los lectores de esta saga están de forma absoluta entregados a su autor, los cientos de tramas, personajes y misterios que rodean a estos libros. Parece que ser que ha sido la ingente cantidad de seguidores en todos los países, lo que ha llevado a la productora HBO a apostar por una serie que difícilmente iba a defraudar a nivel de audiencias. Eso sí, jugando siempre con el riesgo de que lo fans-fatales de Martin pudieran considerarla una chapuza… Pero no ha sido así. En este caso, el éxito se consigue contando con el impagable asesoramiento del propio autor al rodaje y guiones de la serie. Recordad el enorme triunfo cosechado por Peter Jackson con las adaptaciones de Tolkien al cine, tanto a nivel de público como de crítica (Oscars y demás vainas). Por cierto que Martin se ha declarado siempre abiertamente seguidor del grandísimo Tolkien y sus mundos de fantasía épica.
Y volviendo a «Danza de dragones», os recomiendo fervientemente recurrir a la edición de Gigamesh, puesto que existe una versión que el propio autor, a modo de deferencia cariñosa, hizo llegar en primer lugar a sus fans de todo el mundo para que fueran ellos mismos quienes lo tradujesen a sus propios idiomas (ya os digo que es peña muy organizada) antes de ponerlo editorialmente en circulación. Y la traducción se ha hecho por diferentes personas en cada capítulo. En una palabra: un horror.
¿Qué encontraréis de nuevo en esta quinta entrega? Pues mucho y nada. A nivel de estilo épico-fantástico medieval, es más de lo mismo. Lógicamente. Y así será hasta que la serie esté finalizada. De eso se trata, amigos. Pero viene avisando de lo bueno: se acerca el invierno, no digo más. A nivel de tramas, un poco de lo mismo también: muchas historias cruzadas, algunos personajes nuevos, otros que no tenían mucha relevancia en obras anteriores destacan algo más, y viceversa. Sin embargo no deja nunca de sorprendernos con giros inesperados en las historias de los personajes más interesantes y destacados. La acción se desarrolla en gran parte en las llamadas ciudades al otro lado del Mar Angosto: Meereen, Pentos, Yunkai. Y bueno, las traiciones y alianzas propias de Canción de Hielo y Fuego, enmarcadas en una situación de inestabilidades y guerras en los Siete Reinos sigue siendo la base de todo lo demás. Aunque quizá puede que la situación haya llegado a ser más convulsa que en los libros anteriores. Eso sí: para acabar dejándonos en la más absoluta ignorancia final. En esto de lo intriga, Martin es un maestro. Así que aquí, más de lo mismo significa leer sin poder parar hasta acabar el libro. Y esperar al próximo como agua de mayo…
Creo que en «Danza de dragones» Daenerys podría ser el personaje más destacado y quien termina teniendo la clave para lo que pueda suceder en próximas entregas. Por otro lado, Jaimie Lannister pierde fuelle en este libro, igual que Arya Stark, a pesar de que en el anterior nos tenían con el corazón en un puño con el viraje de sus historias. Y Jon, en el Muro, otro de los personajes más carismáticos… ¡uf! Sin sangre en las venas estoy aún.
Un dato curioso: ganó el Premio Locus en 2012 a la mejor novela de fantasía. Para saber más podéis echar un vistazo a todas las entradas que hay en Wikipedia. Os dejo el link a la de esta última novela.