
He aquí uno de esos libros superventas que tanta curiosidad despiertan pero que al final, personalmente, a mí no me ha dado ni frío ni calor. La verdad sobre el caso Harry Quebert es una historia que gira alrededor de un asesinato cometido 30 años atrás. Un thriller policial al más puro estilo nórdico que tantas alegrías está dando últimamente a lectores y editoriales, cuyo origen juega con el morbo de que la víctima de este asesinato es una joven de tan sólo quince años. Por si esto fuera poco, el principal sospechoso es Harry Quebert, una estrella de la literatura norteamericana, profesor universitario y amigo íntimo de nuestro protagonista, Marcus Goldman. Marcus, a su vez es una joven promesa de la literatura que ha disfrutado a lo grande del éxito de su primera novela, y que se siente obligado a defender la inocencia de su amigo y mentor, a quien le debe todo. Bien, hasta aquí, como vemos, nada especialmente destacable.
A todo esto hay que añadirle que la trama se desarrolla en una pacífica localidad del estado norteamericano de New Hampsire, en la región de Nueva Inglaterra, llamado Aurora. En Aurora todos se conocen; se trata de un pueblo casi paradisíaco al borde del mar, que se ve gravemente alterado al descubrirse el cuerpo de la adolescente Nolla Kellergan, la hija del pastor, 30 años después de su desaparición. Para darle un toque aún más tópico, casi toda la ciudad estaba poco menos que prendada de la maltrecha Nolla: una especie de Marisol a lo americano, a quien definen poco menos que como a un ángel. Aquí es donde Dicker se empieza a poner un poco empalagoso. Hay un pasaje de La verdad sobre el caso Harry Quebert, cuando ya se ha hecho público el caso de Nolla en todo el país, en el que la mencionan como la muchacha que enamoró a América… Vamos, que poco menos que ha desbancado a Julia Roberts. Este personaje es uno de los más importantes en la historia y quien precisamente sirve (como en toda novela policíaca que se precie) de nexo de unión entre otros tantos personajes que van apareciendo y tienen, cómo no, su correspondiente boleto en la rifa de «este asesinato es cosa tuya». Sin embargo, Nolla no es un personaje creíble. Sus paseos bajo la lluvia en plena playa, escenario del primer encuentro amoroso con Harry, son como para que le suba a uno el azúcar en sangre de golpe.

Jöel Dicker, todo un «triunfito» de las letras a sus 28 años. Efectivamente, es como para sonreir a la cámara.
Por lo demás, tampoco la trama está enmarcada en un lugar exótico, por ejemplo, o en un ámbito histórico donde hubiera cierta necesidad de documentar la ambientación, lo que le hubiera dado cierta dificultad. A mí más bien Aurora me ha parecido de lo más televisivo, para que se me entienda. No en vano ya se están barajando nombres para interpretar una versión cinematográfica de La verdad sobre el caso Harry Quebert. Y es que esta novela, segunda del suizo Jöel Dicker, ha sido ganadora del Gran Premio de Novela de la Academia Francesa, y del Prix Goncourt des Lycéens, se convirtió en un superventas mundial, traducido a tropecientos idiomas, además de ser elegida mejor novela del año por varias publicaciones especializadas. Yo, sin embargo, no encuentro grandes dificultades en la gestión de esta trama, en la que nada es lo que parece (como pasa siempre con este tipo de obras) y al final todo queda un poco chapucero con una resolución un tanto precipitada.
Ahora bien, que nadie piense que es aburrida, porque no lo es. Pasados los primeros dos o tres capítulos, que pueden ser algo máslentos, el resto del libro se lee estupendamente y es de lo más entretenido. Al fin y al cabo, millones de lectores no pueden estar equivocados, ¿no?
Tengo tantas ganas de leer este libro!!! Aun no lo consigo en físico
espero pronto leerlo 🙂